Así lo ha concluido un grupo de investigadores de la Universidad Estatal East Tennessee (Estados Unidos) después de analizar a un total de 430 estudiantes femeninas (entre los 17 y los 21 años) asiduas a las cabinas de bronceado. De ellas, 200 recibieron un folleto informativo sobre la excesiva importancia que se le da a la piel morena en la actualidad. En él, sobre todo, se subrayan los efectos que tienen los rayos ultravioleta en la dermis, concretamente en el aspecto de la piel.
Como explica Manuel Fernández Lorente, dermatólogo del Grupo de Dermatología Pedro Jaén (Madrid), "lo que más les influye a la hora de 'persuadirlas' para que dejen de tomar rayos ultravioleta son las consecuencias que éstos producen desde el punto de vista estético: arrugas, manchas, venas dilatadas en la piel de la cara, flacidez, descolgamiento..." Más allá de estos efectos, el exceso de exposición a los ultravioleta puede desembocar en cáncer de piel.
Envejecimiento prematuro
Cuando Joel Hillhouse, principal autora del estudio, y sus colegas compararon los resultados entre el grupo intervenido y el que no había recibido los folletos, confirmaron que el envejecimiento prematuro del cutis es un reclamo eficaz que puede reducir el uso de las cabinas solares.
Resulta efectivo "tanto en quienes acuden a estos espacios por estética [para estar más morenos] como en quienes van motivados por cuestiones relacionadas con la depresión [sienten que sus síntomas mejoran], la ansiedad [las cabinas les proporciona relajación] o por adicción". Según explican en el artículo los propios investigadores, al final, todos ellos desean mejorar su imagen.
Dependiendo de cuáles sean sus razones y sus circunstancias funcionará mejor una estrategia u otra. "Por mi experiencia, la información sobre el incremento del riesgo de cáncer de piel es muy útil en pacientes que han tenido antecedentes personales o familiares con esta enfermedad u otros problemas de piel", argumenta el doctor Fernández Lorente. Sin embargo, según los autores de este ensayo clínico, no tendrá el mismo efecto sobre quienes no tienen esta experiencia y se exponen a los UVA con el único propósito de estar más bronceados.
Lo cierto es que "la gente joven que utiliza las camas solares tiene mayor riesgo de sufrir melanoma o cualquier otro tipo de cáncer de piel y por eso es importante adaptar las estrategias preventivas", señalan los responsables del estudio. "Si la persona a la que le preocupa su físico entiende que con los rayos UVA su piel va a envejecer de forma prematura, es más fácil que reduzca las sesiones solares".
Fuente: Inibook.es
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